las instalaciones son bastante regulares, la habitación tenía una gotera y la ventana sólo daba a una pared, pero bueno, al menos el personal se esforzaba por ser amable. esperaba un trato especial, pero bueno, ni una cervecita de cortesía ofrecieron. sinceramente, casi le dejo una buena calificación, pero no pude detenerme en los detalles tan lamentables.

El hotel flor de maria es un lugar especial. El trato de los empleados fue excelente, especialmente con Jessy, quien siempre estaba atenta en el bar de la terraza. La limpieza diaria de las habitaciones me hizo sentir acogido. La ubicación es muy buena, cerca de varios restaurantes y tiendas. Además, la naturaleza dentro del hotel aporta un extra de confort.

100% recomendable

La atención en recepción fue sin duda una de las mejores

partes de nuestra estadía. Disfrutamos de la hermosa vista desde la azotea, especialmente al atardecer. La piscina y las hamacas son el lugar ideal para relajarse, aunque, por otro lado, la conexión WiFi a veces era inestable. Volveré.

la habitaçion era bien cómoda y limpia, la atención del personal fue de 10, me ofrecieron una chelita al llegar y la vista desde la azotea es simplemente espectacular. la comida y los tragos estaban riquísimos. el ambiente super relajado, con varias hamacas para disfrutar del sol.

había mucho ruido por la carretera y el ventilador no era muy bueno. la ducha tenía poquita presión.

Una experiencia oaxaqueña increíble

La ubicación es lo mejor, a solo 10 min de Playa Zicatela. El cuarto era enorme y muy cómodo. Los dueños son muy amables y se nota que les preocupa que te sientas bien. Los desayunos eran riquísimos, pero la WiFi no siempre era estable. Definitivamente un lugar que resalta la cultura local.

Recomendado para un grupo de amigos buscando tranquilidad

Tuve una experiencia increíble con la atención del personal, sobre todo con Yasmine en la recepción. Nos ofrecieron una cerveza bien fría al llegar y el camarero del bar en la azotea preparó unos cócteles únicos que disfrutamos al atardecer.

No fue barato, pero igual estaba aceptable.

Ubicación excelente, a pasos de la playa. Hammocks en la azotea ideales para relajarse con vistas al mar. Personal amigable y atento, especialmente Jessy, siempre dispuesta a ayudar. Habitación limpia, aunque algo oscura y sin televisión. Sin duda, un lugar recomendable para disfrutar.

La música en el bar era agradable, pero el ruido en la habitación fue molesto.

La atención de los empleados fue excelente, pero el WiFi no era muy bueno.

Los mejores filetes de pescado que he probado en Cayuco Cocina y Mezcal, ¡una delicia! Además, la comida y los tragos son excelentes, no puedes perderte la chelita de cortesía que me ofrecieron al llegar, eso fue pura gloria. La atención del personal fue increíble, de veras que hacen la diferencia.

Desafortunadamente, la vista al océano desde mi habitación era solo una pequeña rendijita entre los árboles, ¡qué mal se siente eso! La iluminación era un poco pobre y el mobiliario, aunque limpio, podría usar un toque de modernización. Aun así, todo brilla con ese toque especial de Puerto Escondido.

Las instalaciones, aunque un poco desgastadas, tienen un encanto particular que las hace cómodas y agradables. La habitación cuenta con ventanas tipo balcón que aportan luz natural, lo que mejora la experiencia en general.

Sin embargo, hay varios detalles que podrían mejorar, como la gotera en la habitación y que al abrir la ventana solo se encuentra una pared, lo que limita la vista. Las luces podrían ser más intensas, ya que la iluminación es un poco tenue. Además, el espejo principal estaba manchado y en el baño caía agua de un lugar indeterminado, lo que da una sensación extraña. Durante mi estancia, también hubo problemas con la falta de agua caliente por más de la mitad del tiempo, aunque con el clima caliente no se hace tan necesario. El ruido por las mañanas en el primer piso puede ser molesto si buscas tranquilidad.